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Bomberas voluntarias, una vocación que no entiende de géneros

Bomberas voluntarias, una vocación que no entiende de géneros

Hay más de 7000 mujeres en los cuarteles y realizan las mismas tareas de los hombres. El paso a paso de la integración

Ellas son las bomberas voluntarias del cuartel de Ingeniero Maschwitz (Foto: Consejo de Federaciones de Bomberos Voluntarios de la República Argentina)
Ellas son las bomberas voluntarias del cuartel de Ingeniero Maschwitz (Foto: Consejo de Federaciones de Bomberos Voluntarios de la República Argentina)

Como ocurre con las personas fuera de serie, sin importar lo que otros digan ni preocuparse por el cansancio y sacrificio que demande seguir a sus corazones, ellas son bomberas voluntarias. Ser bombera no es solo una vocación humanitaria y de servicio en la que se destacan los valores humanos y cívicos; implica también una mirada diferente que opera en la manera de abordar y resolver las situaciones de emergencia y desastres.

La Argentina es uno de los países en los que hace rato ya no es sorpresa que una mujer quiera ser bombera. Desde que en el año 2008 se creó el Programa de Género del Consejo Nacional de Bomberos Voluntarios, su población no para de crecer y en los últimos cuatro años su presencia se ha duplicado en los cuarteles hasta superar las 7.000 en todo el país.

Hoy las mujeres apagan incendios, manejan camiones autobomba, operan escaleras y manipulan herramientas de corte. Algunas incluso llegan a ser jefas de cuerpos. Pero no se trata solamente de luchar contra el fuego: rescatar heridos en accidentes o incluso animales en peligro forman parte de su tarea.

La decisión de ser bombera revela un grado de heroísmo poco frecuente pero también nos habla de un alma que necesita brindarse a otros. Comprende una vida y una historia de esfuerzos y de servicio que requiere hacer correr adrenalina por la sangre. Desde que suena la ensordecedora sirena en señal de que hay que subirse al camión hasta la vuelta al cuartel pueden pasar todo tipo de emociones.

De Corazón visitó el cuartel de Bomberos Voluntarios de Ingeniero Maschwitz, en donde tienen un gran afecto y respeto por las bomberas. Nadin Vittori, una de las voluntarias favorecidas por esa deferencia, nos recibió en su casa. Esta joven madre sostiene que la subestimación inicial a las bomberas fue decreciendo con el tiempo. «Eso puede pasar cuando alguna ingresa a un lugar en el que no había mujeres. Pero en mi localidad están muy acostumbrados. Ya en los años 70, cuando se fundó el cuartel había personal femenino», señala.

Nada ha sido fácil para las mujeres y esta no es la excepción. Tuvieron que derribar barreras, prejuicios y algunos parámetros un poco rígidos de una sociedad que muchos años seguramente continuará sosteniendo una mirada paternalista. Pero como en tantas otras ocasiones, cuando se tiene una vocación tan férrea y convincente, no habrá edad, ni género ni condición que se interponga.

Y sobre todo si la vocación está tan ligada a poner en riesgo la vida para salvar otras. «Cada vez que suena la sirena, que tengo que salir corriendo, le doy un beso a toda mi familia, por las dudas. Una se capacita para que no nos pase nada, pero siempre puede pasar. A veces, en el momento del beso, pienso que quizás haya otro o quizás no», confiesa Nadin, aprovechando que sus hijos Blas y Benicio se alejan un poco de la charla.

Las bomberas voluntarias, listas para entrar en acción
Las bomberas voluntarias, listas para entrar en acción

Ser una profesional voluntaria de la emergencia demanda tiempo y presencia en el Cuerpo de Bomberos. Solo así se puede cumplir con las prácticas, capacitaciones y guardias. Tiempo que muchas veces se le quita a la familia, los amigos, el descanso. El esfuerzo bien vale la pena.

Los lazos que van creando las bomberas son realmente muy fuertes. Se involucran en lo profesional y en lo personal también. Todas conocen los estados que atraviesan a cada una, comparten mucho tiempo, experiencias y enfrentan las adversidades juntas.

Ellas son nuestras bomberas voluntarias, un ejemplo de entrega y solidaridad.

Ellas son un ejemplo de entrega, lucha y solidaridad
Ellas son un ejemplo de entrega, lucha y solidaridad
Muchas veces le quitan tiempo a su familia para dar la vida por el prójimo
Muchas veces le quitan tiempo a su familia para dar la vida por el prójimo
En el cuartel de Maschwitz, hay personal femenino desde la década del 70
En el cuartel de Maschwitz, hay personal femenino desde la década del 70
Una bombera voluntaria en plena labor
Una bombera voluntaria en plena labor
Guillermo Andino y Carolina Prat visitaron el cuartel de mujeres bombero de Ingeniero Maschwitz
Guillermo Andino y Carolina Prat visitaron el cuartel de mujeres bombero de Ingeniero Maschwitz

Fotos: Gentileza Consejo de Federaciones de Bomberos Voluntarios de la República Argentina

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