A medida que la inflación en agosto alcanzó un sorprendente 12.4%, los inversores y ahorradores en Argentina han estado observando atentamente el comportamiento de las tasas de interés en los plazos fijos. Mientras algunos temen que las tasas puedan no seguir el ritmo de la inflación, el Gobierno y el Banco Central han manifestado su confianza en la tasa de política monetaria actual.
Según fuentes gubernamentales, la tasa efectiva anual (TEA) del 209.4%, implementada desde mediados de agosto, supera con creces la inflación proyectada para todo el año. Esto sugiere que, desde su perspectiva, las tasas de interés reales siguen siendo positivas. Además, se espera que la inflación en septiembre regrese a cifras de un solo dígito, lo que brinda cierto alivio a los inversores y ahorradores.
A pesar de la inflación de agosto y la incertidumbre en los mercados, el Banco Central ha confirmado que no realizará cambios en la tasa de política monetaria en este momento. Esta decisión se basa en las expectativas de una moderación en la variación de precios durante septiembre.
En cuanto al tipo de cambio, se descarta un salto discreto similar al ocurrido en agosto después de las elecciones primarias. En cambio, se anticipa que el Banco Central retomará el esquema de micro devaluaciones diarias en noviembre, teniendo en cuenta factores como la inflación, la actividad económica y las condiciones de los socios comerciales.
El Gobierno proyecta que a partir de septiembre, y especialmente en octubre, se producirá una desaceleración de la inflación. La política de tipo de cambio fijo se presenta como una herramienta clave para controlar este fenómeno y ha permitido la negociación de acuerdos de precios en varios sectores, incluyendo consumo masivo, indumentaria y medicamentos.
En cuanto al rendimiento de los plazos fijos, un ejemplo concreto puede arrojar luz sobre su evolución. Si alguien invierte $100,000 en un plazo fijo a 30 días, al final del período recibiría $109,700, incluyendo el capital inicial más $9,700 en intereses. Si reinvierte los $109,700 en un nuevo plazo fijo por 30 días, al final del segundo mes obtendría $120,500, lo que demuestra el efecto acumulativo de los intereses.
Proyectando esto durante un año, con una inversión inicial de $100,000, la ganancia total sería de $208,200, lo que llevaría el saldo a $308,200. Para una inversión inicial de $1,000,000, la ganancia anual sería de $2,082,000, generando un total de $3,082,000 en un año.
Estos cálculos muestran cómo los plazos fijos pueden ser una opción atractiva para los inversores en el contexto de tasas de interés que superan la inflación. Sin embargo, es importante recordar que las tasas de interés pueden cambiar con el tiempo, por lo que es crucial realizar un seguimiento continuo de las condiciones del mercado para tomar decisiones financieras informadas.
